
AGUAS DE MARZO
Durante mucho tiempo he soportado las burlas de todos, su desprecio, sus bromas crueles sobre mi trabajo. "¿Y dónde dices que van los remos?", se mofaban. En el mejor de los casos, me han llamado agorero y visionario. En el peor, han proclamado sus dudas acerca de mi cordura. "Vecino, a tu edad... ¿no sería más adecuado coleccionar mariposas?"
Pero el tiempo pone a cada cual en su sitio y hoy por fin, un momento antes de que yo mismo empezara a dudar de la utilidad de mi proyecto, he tenido la confirmación de que estaba en el camino adecuado. A la bodega ha llegado, desde cubierta, la voz aguda de mi esposa:
—¡Noé, no veas la que está cayendo!
¡Ja,ja,já! ¡Que llueva, que llueva, la virgen de la Cueva!
ResponderEliminarA ver si es verdad que por aquí hace meses que no la vemos.
Una lluvia de besitos.
Qué bueno hacerte reír, Rosa preciosa.
EliminarUn abrazo muy grande.
Seguro que ni su mujer dio crédito a su predicción. Menos mal que el tiempo (meteorológico o Divino) le dio la razón. Muy buena la historia. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Josep. Por cierto, ¿sabes que en castellano hay una palabra (preciosa, por cierto) para el tiempo meteorológico? Es "temperie". Ya ves, ha caído en desuso. Una pena, porque si la siguiéramos usando nos ahorraríamos muchas y aberrantes "climatologías adversas".
Eliminar:-)
Otro abrazo para ti.