Nunca es tarde para empezar.
"Las cosas de la caja", sí. Es que yo soy muy de cajas. Me gustan las cosas ordenadas, dentro de un desorden, y las cajas son fantásticas para eso.
Tengo varias.
Esta en concreto contiene relatos. Cortos. La dosis justa de texto para, por ejemplo, leer uno cada noche antes de acostarse (como el que se toma el vaso de leche o el ansiolítico) o cada mañana (como quien se bebe el zumo de naranja). O a demanda, que dicen los galenos.
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