A veces tardo tanto que parece que me he olvidado de las cosas. Pero no. Lo único que ocurre es que soy vaga, vaguísima.
Paloma Navarro, aquí tienes tu relato. Me ha salido en forma de micro (ya sabes, el reto de hacerlo en ciento veinte palabras), pero espero que te guste.
NUEVE SEGUNDOS
Todavía
hoy, cuando recordamos a aquella criatura de carrillos hinchados y ojos
saltones, un escalofrío recorre nuestro cuerpo, tal fue el horror de presentir
que podíamos acabar en sus manos.
Por
eso fue un alivio enorme verla llegar, acercarse y fijarse en nosotros. En
aquel mismo instante supimos que nos elegiría y que seríamos felices con ella.
No
nos equivocamos.
Ella
es dulce, amable, cariñosa, y siempre ha cuidado de nosotros como si fuéramos
algo realmente especial. Nunca olvidaremos el día que la conocimos y nos trajo
a vivir con ella. Para nosotros fue el inicio de la mejor vida posible.
Realmente,
no sé a qué majadero se le ocurrió la
idea de que nuestra memoria solo abarca nueve segundos.
Me encanta..
ResponderEliminarBesos, reina.
Gracias, corazón.
EliminarBesos también para ti. Muchos.
Eso mismo me pregunto yo, ¿quién habrá sido el majadero?
ResponderEliminarQué bonito… ya cuánta ternura hay en estas líneas. Me gusta :-)
Besos y abrazos
No sé si sabéis el porqué de este relato. Paloma Navarro tiene la amabilidad de leerme de vez en cuando. En el relato de "La vida secreta de las mascotas" comentó cuánto le habría gustado saber lo que pensaban de ella sus peces. Yo le dije que no se preocupara, que yo se lo contaría. He tardado un poco, pero por fin se lo he contado. Y esa es la cosa.
EliminarUn abrazo enorme, niña dulce.
Bravo por ti y bravo por Palomita, que te ha motivado a escribir este micro tan dulce.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, preciosa.
EliminarYo solo quería que le gustara a ella y parece que sí, de modo que... ¡estoy pagadísima!
Abrazo muy apretado.
Qué bonito!! Me ha encantado!! Lo voy a compartir en mi feishbuk, que para una vez que me dedican algo ..... y encima tan chuli! De memoria, los peces y yo andamos por el estilo jeje.
ResponderEliminarBueno, espero que mis pececillos tuvieran un buen concepto de mí. I did my best, que diría un guiri!
Gracias guapa.
Un beso gordo.
Tenían un buen concepto de ti, te lo digo yo. De hecho, te adoraban. A ver si te crees que el cuentecillo me lo he inventado.
EliminarNonono, jamía, me lo contaron ellos.
Otro beso gordo para ti.
Precioso y tierno este homenaje a los peces, a su memoria y a su cuidadora.
ResponderEliminarEs estupendo que tu "vagancia" te dé tregua de vez en cuando, querida :)
Besazo!!
Si mi Musa fuera tan constante como mi vagancia...
EliminarBesos, hermana.
Si eres capaz de hacer joyitas así en tus días vagantes. ¿De qué serás capaz en los días que te asistan las Musas, estando algo bacantes?
ResponderEliminarHa sido una delicia escuchar a los peces.
Besos grandotes.
La mi Musa es una golfa que me tiene abandoná, Rosa preciosa. El día que escribí el relato apareció, pero solo cinco minutos. Vino porque se le había olvidado el Aftersun. Lo cogió y se marchó enseguida.
Eliminar:-)
Besos para ti también.