En espera de mejores tiempo para la lírica, me sigo negando a pensar que tal cosa es un defecto pero, en todo caso, nunca está de más reírse de uno mismo, ejercicio muy saludable recomendado por terapeutas y gurús de la autoayuda.
No puedo dejar de agradecer la idea a la musa que estaba de guardia a las 21.00 del miércoles pasado: Ana (aka Nucky). El mérito es suyo.
COMATOSA
Supongo que una obsesión como la mía no es algo que aparezca de pronto, de la noche a la mañana, algo que se manifieste de forma explosiva como la infección producida por un virus muy agresivo. Pienso que más bien tiene que ser algo antiguo (tal vez congénito), cocinado a fuego lento durante toda una vida, alimentado con mimo a lo largo de los años. O tal vez sea un problema de educación, un desarrollo en el que lo exquisito era costumbre y, de la misma manera que un paladar habituado a deliciosos caldos de crianza y gran reserva no soporta un vino envasado en tetrabrik, mis ojos, habituados a lecturas en las que la corrección era conditio sine qua non, es decir, el mínimo exigible, se abrían como platos soperos cuando se posaban en textos en los que los signos de puntuación parecían haber sido arrojados como quien salpica con sal Maldon un solomillo al punto: sin importar demasiado dónde caigan.
Sobre todo las comas.
En realidad no eran solo las comas. Eran también los puntos, los puntos y aparte, los suspensivos, los signos de interrogación y exclamación, las comillas, los guiones... Y, por supuesto, los errores sintácticos o gramaticales. Incluso los estilísticos. Pero las comas tenían esa inmediatez en la lectura, ese impacto primero que, precisamente por ser el primero, era el más agresivo.
Al principio, cuando veía una coma mal puesta, mi reacción se limitaba a la lógica expresión de asombro unida a la incredulidad de que semejante falta hubiera conseguido pasar los filtros ortográficos del autor pero, a medida que aumentaba el número de hallazgos, aumentaba mi intolerancia. Lo que empezó siendo, como ya digo, un abrir los ojos y un enarcar las cejas, acabó en despotriques, aspavientos y maldiciones proferidas en voz alta.
Mi salud empezó a resentirse, pues cada ataque de indignación gramatical desencadenaba todo un cortejo de alteraciones somáticas: hipertensión, taquicardia, hiperglucemia, sudoración, vasoconstricción, cefaleas, visión borrosa y urticaria. Incluso llegué a tener un ataque de caspa.
Hasta que un día pasó lo que tenía que pasar. En la segunda página de un libro que, a todas luces, había sido escrito o corregido por malhechores sin escrúpulos gramaticales, mis arterias cerebrales no resistieron la presión y me dio un meningismo ortográfico que me dejó seca en el sillón: inconsciente, convulsa y con los ojos en blanco. Aunque los servicios de urgencia llegaron de inmediato, no pudieron hacer mucho por mí.
Y aquí estoy, tirada en la cama del hospital, llena de tubos que me alimentan y mantienen mi equilibrio electrolítico y de cables que controlan mis funciones vitales, en coma (¡coma!) profundo desde hace dos meses.
Los médicos dicen que ni siento ni padezco ni me entero, pero eso no es cierto. Escucho todo lo que dicen sobre mi evolución y sobre las causas que desencadenaron el proceso que me ha dejado en este estado. Y, en cuanto se van, en la pantalla de mis ojos cerrados aparecen un sinfín de comas, de puntos, de comillas, de interrogaciones y de exclamaciones que ejecutan preciosas coreografías con la música de Macarena.
Algunas veces los acompaña una metáfora.
Estilo inconfundible.
ResponderEliminarLo que he disfrutado, reina.
Un abrazo.
Y lo que me gusta a mí hacerte disfrutar...
Eliminar(Uf, cómo ha sonado eso)
...narrativamente, se entiende.
:-)
Besos, varios.
Ay, qué bueno sista!
ResponderEliminarSi te ha servido para echr una risas... bendito sea.
EliminarBesos.
Relato que valió "un Tintero" :). Genial, Suz.
ResponderEliminarGracias a ti, musa de la 21.00 h del miércoles.
EliminarSin tu soplo, este relato no habría llegado a escribirse.
Bueno, yo no habría llegado a escribirlo. Quizás otro autor...
:-)
Abrazo enorme, WG.
(Me lo veo venir: entre la idea de Ana y las correcciones de Manuela, al final el relato no es mío)
.
ResponderEliminarVichoff cariño, mío. Perdona que, tenga tu blog, tan abandonaíto pero así los tengo todos incluyendo, el mío propio. Lo, bueno, es que entro y me encuentro, con esta historía alrededor de la manía complulsiva de, la coma, que servidor también padece y me congratulo, de encontrar, a otra enferma y establecer, esa solidaridad que se fragua entre pacientes, de por, ejemplo, aerofagias.
:-*
¡Jajajajajajajajaaaaaaaaaaaaaa!
EliminarDe momento, lo de las comas. De l aaerofagia ya hablaremos.
:-)
Cienes.
(Aviso a la chica guapa del comentario de abajo: que no te dé, por favor, un ataque de caspa, como a una que yo me sé. Obviamente, tanto Sap como yo sabemos que se dice "cientos", pero es que somos así de gamberros)
En una palabra: brillantérrimo.
ResponderEliminarBesos.
¡Jajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
EliminarY, lo que es mejor aún: ¡sin una sola falta de "horticultura"!
(¿Quién es la responsable de eso, eh?
Gracias por todo. Un abrazo enorme.
Sí, sí, ahora échame la culpa a mí, querida.
EliminarNo todo el mundo se deja aconejar tan bien como tú. Hasta para eso hay que valer.
Más abrazos.
1: Santa Vichoff de las Comas
ResponderEliminarque habitas en el Tintero,
a la derecha de Joyce,
a la izquierda de Panero.
Tú que acoges en tu manto
El diccionario de Dudas
El María Moliner,
Y la Gramática Pura,
Ilumina a estos tus siervos
Pa escribir con compostura
(rezamos a George Sand
por la cosa la frescura)
Oh, santita sin igual
Enséñanos el camino para saber puntual!
2: Tú que dictas los misterios
De sujeto y predicado
Cuida no los separemos
Con la coma del pecado.
Tú que sabes diferencias
De genitivo y dativo,
Cuida no los confundamos
Y caigamos en laísmo
Tú que sacas y proteges
punto y coma de la Nada
Cuida pa que lo metamos
Entre las subordinadas.
Oh, santita sin igual
Enséñanos el camino para saber puntual!
3: Líbranos señora nuestra
Del espontáneo y la brisa
No sea que nos muramos
De un catarro o unas risas.
Líbranos del sentimiento
Onque la noche sea fría
Pa no caer, por soledad,
En lo del Comando Almíbar.
Y si por un devenir
Herramos en el camino
perdona nuestras ofensas
¡A la sombra de los pinos!
¡Ole,olée y ole tu mare!Y yo que siempre me reflexiono a mi misma, ¿La pongo, no la pongo? ¿Dónde la dejo? Tendré que mantenerme lejos de esta comatosa recién descubierta.
ResponderEliminarSólo le envío un abrazo.
Gracias, Rosa, me encanta que te hayas divertido.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti y gracias por leer y por comentar.
Buenísimo! Me ha parecido genial y divertido. Estoy muy lejos de escribir bien, el tema de las comas, los puntos .... intento retener las normas para puntuar correctamente, pero muchas veces dudo!
ResponderEliminarLas faltas de ortografía me pueden! Me mata ver escrito por la red 'apollo' o las confusiones entre el 'a' preposición y el 'ha' del verbo haber!
Qué decir de tanta abreviatura impuesta por uso de móviles, extensiva ahora a todas partes! Estoy harta de tener que leer cosas en voz alta para poder enterderlas! .... 'A k ora t yamo? ntes n m as kojio el tfno'
En fin ....
Un saludo
P.D.: Siento no utilizar correctamente los signos de exclamación, este teclado es inglés y, aunque he encontrado como escribir la ñ y poner los acentos, todavía ando indagando un sistema para utilizar las exclamaciones e interrogaciones que no sea copiar y pegar! Si me falta o sobra alguna coma, también lo siento!
Gracias, Paloma, me encanta que te haya divertido.
EliminarAparte de los problemas que puedas tener en el teclado, hay un blog (al que puedes acceder desde este), "Con propósito de enmienda", en el que puedes encontrar respuesta a todas las dudas ortográficas que tengas. Manuela, la autora, se lo sabe todo y además explica las cosas tan bien que hasta yo las entiendo.
:-)
Si eres de las que sufre meningismos ortográficos cuando ve cosas del tipo "voy haber lo que hago"... ¡bienvenida al club!
Un abrazo.
Jaja, gracias por la recomendación, visitaré el blog que me dices 'haber' si así .... ;)
ResponderEliminarLa madre que me parió, qué gozada. Me declaro perseguidor obsesivo de este blog de ahora en adelante.
ResponderEliminarGracias, ínclita escritora... con su pan se lo "coma" y que no aproveche a todos.