Hay que poner el vehículo a punto antes de salir de viaje. Ciento veinte palabras.
Imagen tomada de moddb.com
AVERÍA
—Y, al final, ¿qué es lo que tiene?
—preguntó la dama de largo abrigo entallado y sombrero picudo.
—Pues el compañero lleva toda la
mañana con ella y parece ser que se le ha escoriolado el manillón del
aceleramiento —contestó el mecánico rascándose el cabello hirsuto y ralo por
debajo de la gorra.
—¿Y tardarán mucho en repararla?
Parecía impaciente. El mecánico
entornó los ojos y miró a la mujer con el gesto resignado de quien soporta el
mismo contratiempo todos los días.
—No sabría decirle… dos días, tres…
Todo depende del estado de la pieza.
La escoba descansaba sobre el banco,
rodeada de herramientas.
—¿La podrían tener lista el viernes,
que tengo Aquelarre en los bosques del Norte?
La impaciencia no es buena. ¿No es demasiado larga la interrogante final? ¡Ja,ja,já!
ResponderEliminarBesitos brujeriles.
Pobre brujilla, Rosa preciosa. Mira que si tiene que ir al aquelarre en AVE...
EliminarMás besos.
Jajaja. Muy bueno. Hasta las brujas padecen contratiempos mecánicos y es que la tecnología ya no respeta ni las buenas costumbres. Me pregunto si esa escoba será ecológica o contaminante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ecológica, Josep, seguro.
Eliminar:-)
Gracias por leer, amigo.
Un abrazo.