Ni me acordaba de este micro.
Foto tomada de fondosdepantallaahd.wallpaperhd.es
OJOS
DE GATO
Siempre le habían dicho que tenía ojos de
gato. Unos ojos entre verdes y azules, con vetas doradas, que fascinaban a
quien los miraba. Su madre le contó que había sido su abuela paterna la primera
en encontrar el parecido y en decir la frase que acabó cuajando en la familia
como un mantra fisiognómico. Porque, además de tener ojos de gato, le gustaba
dormir enroscado, se desperezaba al despertar hasta parecer el doble de largo,
ronroneaba cuando alguien le rascaba la espalda o le acariciaba la nuca y le
encantaba el pescado crudo.
Por eso a nadie le extrañó que una
mañana, cuando despertó después de un sueño intranquilo, se encontrara sobre su
cama convertido en un hermoso felino.
Meeeeow :)
ResponderEliminar¡¡Besos, paisana!!
Ven que te haga mimos, paisa.
Eliminar:-)
Un abrazo, cariño.
Es maravilloso...
ResponderEliminarUn beso, reina.
Gracias a ti, reina de picas.
EliminarUn abrazo enorme.
Muy bueno, guapa. Besos.
ResponderEliminarGracias, Mar, un abrazo muy grande.
Eliminar¡Gracias, Vichifta! Ya veo de dónde proviene la suavidad de tu pelo. ¡Ja,ja,já! Y ahora a correr que es la hora de ir a ver a mi gatito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Otro para ti, Rosa preciosa.
EliminarAy, ese gatito tuyo, qué suerte tiene.
Muy bueno Fefa. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Jhon.
EliminarPasa, ponte cómodo, estás en tu caja.
Un abrazo.