Nunca es tarde para empezar. "Las cosas de la caja", sí. Es que yo soy muy de cajas. Me gustan las cosas ordenadas, dentro de un desorden, y las cajas son fantásticas para eso. Tengo varias. Esta en concreto contiene relatos. Cortos. La dosis justa de texto para, por ejemplo, leer uno cada noche antes de acostarse (como el que se toma el vaso de leche o el ansiolítico) o cada mañana (como quien se bebe el zumo de naranja). O a demanda, que dicen los galenos.
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Cómo me alegra que hayas decidido reabrir tu caja. Estoy deseando ver qué guardas en ella.
ResponderEliminarUn abrazo, Vichoff.
Gracias, Frida.
EliminarHe puesto algunos relatos nuevos y... ¡fotos!
Estoy como niño con juguete nuevo, jamía.
Un abrazo y gracias por asomarte, preciosa.
Uy.. qué calladito te lo tenías. Aunque la foto me suena¡¡
ResponderEliminarMe encanta el blog, que lo sepas.
Mare de Deu! Esa foto! Tan jóvenes! Qué tiempos los... qué tiempos!
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